Serie limitada

La historia del punto de cruz Hmong

En las montañas del norte de Tailandia, las mujeres hmong crean universos enteros con una simple aguja y unos pocos hilos de algodón. Sobre un lienzo oscuro, sus manos pacientes trazan, puntada tras puntada, geometrías deslumbrantes: diamantes, espirales y cruces se repiten sin cesar, como constelaciones que cuentan su propia historia.

Cada patrón es un lenguaje.
Tras el rigor de las líneas se esconde una poesía silenciosa, transmitida de madre a hija. El punto de cruz no es solo un adorno: es memoria, identidad y protección. Los colores vivos —rojo intenso, rosa vibrante, verde luminoso— se despliegan como canciones, contrastando con el índigo y el negro, reflejos de la noche de la montaña.

Así, prenda tras prenda, tela tras tela, los hmong tejen mucho más que un adorno. Bordan fragmentos de vida, un mapa íntimo de su cultura, donde cada cruz se convierte en un rastro de su paso y una colorida plegaria para el futuro.

Al elegir este artículo, estás promoviendo el saber hacer tradicional y apoyando a los artesanos talentosos y apasionados que trabajan para preservarlo.

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